En vísperas de que empiece una nueva edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Sitges 2010, recuerdo con nostalgia y mucha satisfacción cuando en este mismo festival, en el 2008, vi con mi rosado compañero Tartasin la sobrecojedora y cruda película Eden Lake del director británico James Watkins. Quiero resaltar, que en ese mismo año también se pudo ver la tan polémica y esperada Martyrs, del francés Pascal Laugier. Pero sin duda, aunque el director del festival nos acojonara antes de ver el film francés, contando que en anteriores pases la gente había salido de la sala y que tenian una ambulancia fuera por si alguien la necesitara, la auténtica revelación que realmente nos impactó y mucho, fue Eden Lake. Pocas veces he sufrido tanto viendo una película como en esta, durante todo el metraje asistí a una terrible y violenta historia en la que un grupo de jóvenes ingleses muy desequilibrados mentalmente, se convertían en la peor pesadilla de la pareja protagonista que simplemente, tuvo la desgracia de acampar en el sitio equivocado. El calvario por el que pasa la bellísima actriz Kelly Reilly con el personaje que tan bien interpreta, me izo estremecer sin poder hacer nada para ayudarla. El mal más absoluto adopta la forma de unos chavales con una tremenda falta de humanidad y empatía, que disfrutan de la tortura y la humillación como una forma más de entretenimiento. Es por estos motivos y por otros que no desvelaré, por los que con Eden Lake pasé un verdadero buen mal rato en el Festival de Sitges de 2008.
TROMPO PRESENTA:
EDEN LAKE (2008) - JAMES WATKINS
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