Esta segunda parte del remake "Halloween" (2007) retoma los echos sucedidos en el final de ésta. Nos encontramos a una Laurie Strode (Scout Taylor-Compton) vagando por las calles de Haddonfield gravemente herida y en estado de shock, después del salvaje y traumático encuentro con el asesino Michael Myers (Tyler Mane). Tras darle por muerto e ingresar en el hospital para curar las terribles heridas, se instala en casa de su amiga Annie Bracket (Danielle Harris) que también sufrió con algo menos fortuna, los ataques de Michael cuando trataba acabar con sus vidas. El padre de Annie, Lee Bracket (Brad Dourif) sheriff del condado, se encarga de cuidar y proteger en todo momento a las jóvenes, que intentan sobrellevar como pueden la terrible experiencia sufrida en la festividad de Halloween dos años atrás. Por su parte el doctor Samuel Loomis (Malcolm McDowell), que trató de pequeño al joven Michael Myers y estubo fuertemente implicado en intentar detener la posterior escalada de muerte, saca rendimiento en popularidad con la publicación de un nuevo libro que narra con todo tipo de detalles e información, lo acontecido en casa de los Myers. Los días previos a un nuevo Halloween, Laurie lucha con todas sus fuerzas para sacar de su vida la horrible huella que le dejó Michael Myers en su interior, acudiendo a terapia y medicándose. Pero su peor pesadilla resurgirá desde el pasado para acabar lo que empezó.
Lo mejor: La propuesta de hacerse con la historia y un personaje tan mítico, para darle un tratamiento más introspectivo dentro de su carnavalesco mundo, con un giro muy arriesgado que no deja a nadie indiferente. Sin duda el reparto de actores que en su mayoría repiten tras el film de 2007. Los diálogos y las interpretaciones son creíbles y llenas de intensidad, a destacar el trabajo de la joven protagonista Scout Taylor-Compton en su papel de Laurie, que refleja muy acertadamente su sufrimiento y desesperación. Nuevamente Rob Zombie demuestra un hábil y acurado manejo de la camara, ofreciendo planos de una gran potencia visual que definen perfectamente ese tono oscuro y opresivo del que hace gala su cine. Otro ejemplo de ello, y como no podía ser de otra manera en él, son los momentos en que corre algo más que sangre; el ensañamiento, crudeza y reiteración del acto en sí, multiplica el horror hacia la pobre víctima. Es una película 100% Rob Zombie para lo bueno y para lo malo, llena de referencias cinéfilas y musicales por doquier.
Lo peor: El tono quizás excesivo, a videoclip del Zombie de antaño en ciertos momentos de la historia para emfatizar la angustia y delirio que sufren los protagonistas. Cuando la película va llegando al desenlace, se vuelve predecible y con falta de ingenio. Desgraciadamente parece que el personaje del dr.Loomis no está tan integrado en la trama del film como en su predecesora.
Hola soy Tartasin y debo decir que la escena final de la pelicula me parece muy emotiva, con la camara aerea y la cancion de fondo...algo parecido, aunque mucho mas adolescente, que lo que ocurría en el final de Los Renegados del Diablo.
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